viernes, 12 de octubre de 2012

"Lo Imposible". Tsunami de emociones.


Tras unos días de desaparición, vuelvo con renovadas fuerzas y para hablaros de la última y esperada película de Juan Antonio Bayona, "Lo imposible". Pero antes de ponerme manos a la masa os quiero contar que he estado en un cine donde he descubierto el 4D. Tras el fracaso que a mi entender está siendo el 3D, esta noche he entrado en la cuarta dimensión. Este 4D es tener a un "nini" con pinta de macarra con tembleque en la pierna sentado a tu derecha, dos adolescentes en la parte de atrás comentando todos los momentos de la película.  Comentarios tipo, ¿se muere?"... ¿se habrá ahogado?... ¿A que huelen las nubes? Y un cansino de la fila de delante que saca el móvil en plena película para ver como va el "Apalabrados". Creo que si un día apareciera un cine con inhibidor de frecuencia y con butacas que den calambrazos cada vez que alguien comenta la película sería el mayor avance en el cine desde la incorporación del sonido y de los posa vasos para zurdos. Una vez aliviado, paso a comentaros el film. 
Juan Antonio Bayona que a todos nos sorprendió con su anterior film "El Orfanato", regresa esta vez con una película que utiliza el desastre del tsunami acaecido en el sudeste asiático en 2004 para hablarnos de una historia de superación, esperanza y la necesidad de retomar el necesario equilibrio para poder regresar al hogar. Producción íntegramente española, salvo por su reparto internacional capitaneado por Ewan McGregor y Naomi Watts. Es de destacar el trabajo del pequeño actor Tom Holland que interpreta a Lucas. Auténtico personaje vehicular de la película y que está a un nivel de interpretación sorprendente. Por un momento creía ver a Christian Bale en "El imperio del sol". Aunque no llega al nivel dramático de Bale  si realiza un trabajo interpretativo a tener en cuenta. 
Bayona nos habla de momentos de ahogo, no solo físico sino también emocional. De la pérdida y el reencuentro. Nos sumerge en el horror y nos golpea. En ocasiones abusa del morbo de enseñar las heridas sangrantes para remover estómagos. Existen momentos de dureza y otros de ternura a veces en desmesura. Tanto que el "nini" que tenia a mi derecha detuvo su tembleque y lo sustituyó por un moqueo lacrimógeno y el espectador de delante se frotaba los ojos. Pero ya no sabía si era por la trama del film o porque había perdido al "Apalabrados".
Bayona conmueve y sabe por donde atacar al espectador para emocionar y a su vez le sale el ramalazo del terror y remueve algo mas que conciencias. Yo le quitaría un poco de sentimentalismo fácil y le quitaría otro poco de casquería visceral para haber contenido un poco mas la historia. Aun así se trata de una película que se ve de manera entretenida y llega a emocionar. Espectáculo recomendable para desahogar tensiones y ponernos un tanto tiernos. Algo así como el pan de molde que anuncia Punset.


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