domingo, 23 de septiembre de 2012

A Roma con amor. La nueva postal de Woody Allen

Cuando uno llega a su cine habitual en sus horarios palomiteros, algo inusual en mi caso, y le dicen el nuevo precio general de las entradas, se siente como Keanu Reeves en Matrix esquivando las balas pero en mi caso los cuchillos afilados de la subida del IVA. Como uno es un loco del cine y prefiere gastarse el dinero en que le sigan contando historias en una sala oscura donde para mi sigue existiendo una ritual magia, pues al final prefiere usarlo en este tipo de acontecimientos que en el garrafón de los Fashion Saturday Night. Con esto quiero simplemente plantear que si a mi ya me duele el nuevo precio de las entradas del cine, no quiero ni pensar a quien el rito de ver una peli pasa por darle al botón de "Download".


Con estas primeras reflexiones y tras la punzada en el hígado, decidí ir a ver la última película de Woody Allen. Después de haber quedado maravillado de nostalgia, belleza y un surrealismo propio del Allen de siempre en la impecable "Midnight in Paris", iba yo muy decidido a dejarme embargar por una nueva historia enmarcada en la capital italiana.
Mientras iba viendo la película e iban apareciendo los chistes de diálogo, me daba cuenta de que el teaser promocional ya se había cargado el efecto sorpresa de algunas escenas. Afortunadamente todavía quedaban chistes situacionales que dirigidos con la maestría del neoyorquino, hacían reir a carcajadas y subir el tono de la comedia.
La sensación con la que me quedé al salir del cine fue de ver una peli mas de Woody Allen. Algo asi como pasar por un McDonald. Pasas porque tienes hambre y sabes de que va a ir la cosa pero ya no te sorprende. Ni siquiera los títulos de crédito son distintos. Utiliza hasta el mismo tipo de letra. En el plano técnico es visible que al director la cámara le da un poco igual. Existen algunas escenas de duración considerable que te lo resuelve con dos planos. Allen es un director de actores y de diálogos dinámicos y de eso se sirve para engatusarnos.


En "A Roma con amor" cuenta varias historias en paralelo y nos habla del amor, la pasión, satiriza el papel de los medios...etc. El director y guionista como en otros de sus films escoge a sus personajes para hacerles vivir historias maravillosas y luego volver a su punto de origen. Una especie de viaje necesario. Tan necesario como volver al origen. Al equilibrio inicial.
Para finalizar, simplemente aconsejaros de que si vais a ver "A Roma con amor" no busqueis nada sorprendente. Simplemente tendreis al Woody Allen de los últimos años. Amor, sexo y toques de surrealismo.
Esperemos que los DVDs de los últimos trabajos de Allen no acaben vendiéndose solo en las oficinas de turismo. Que no sería de extrañar por otra parte.

1 comentario:

  1. Soy fan de Allen, no lo puedo evitar. Es cierto que Midnight París me hizo repetir, y esta se puede quedar en una sola visualización, pero tengo que decir que no salí defraudada.

    En cuanto al precio, si que me siento acuchillada, pero que le voy a hacer, yo no tomo copas ;)

    Bss

    Elena

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